Martina lo padeció varios meses y la verdad que llega a ser un poco frustrante porque eso unido a los cólicos, era una fiesta cada noche en casa y además ya sabéis, lo que una estudia y aparece en los libros nada tiene que ver con la realidad del día a día así que aprovechando mi experiencia personal, que es algo muy común en todos los recién nacidos y sobre todo en los prematuros que es de lo que trata esta nueva sección, hoy vamos a hablar del REFLUJO GASTROESOFÁGICO
¿QUÉ ES?
Para saber si nuestro pequeño
sufre de ello lo primero que debemos saber es en que consiste. El reflujo
gastroesofágico o RGE, cómo lo llamamos las enfermeras cariñosamente, no es más
que el paso hacia arriba del contenido del estómago, la faringe o la boca que
normalmente es expulsado hacia fuera, lo que conocemos cómo regurgitación que
no es vómito. No viene acompañado de un dolor o endurecimiento de la tripa, ni
de nauseas, sino que más bien es causado por un eructo, cambio de postura, hipo
o incluso la risa.
Esto nos puede suceder a cada uno
de nosotros sobre todo después de comer, pero en nuestros recién nacidos dónde
el esfínter esofágico inferior está aún inmaduro, membrana que impide que la
comida vuelva a subir hacia la boca, o hay poco movimiento intestinal, es un
proceso muy común, tanto que ocurre en el 75% de los lactantes menores de 4
meses y aún en el 15% a los 7 meses.
Por tanto, estará más fuertemente
expresado en los pequeños de 1 a 4 meses, pero se resolverá en la mayoría de
estos casos sin más, alrededor de los 12 a 18 meses, así que, es algo de lo que
inicialmente cómo padres no deberíamos preocuparnos, aunque reconozco que eso
cuesta.
CÓMO PADRES, ¿QUÉ DEBEMOS DIFERENCIAR?
Debemos diferenciar dos situaciones:
1. Aquel
niño que regurgita con frecuencia, pero tiene una ganancia de peso normal y no
observamos síntomas que pueda indicar que la cosa se está complicando. Se
conoce también como la regurgitación del lactante “feliz” y cómo no hay otra
sintomatología más que el reflujo y no están molestos ni nada no se considera
tratamiento.
2. Aquellos
niños que regurgitan mucho y además vomitan con frecuencia, tienen una curva de
crecimiento plana, es decir, no ganan o que incluso están perdiendo peso y se
añaden nuevos síntomas que antes no habíamos observado.
En el primer caso hablaríamos de
algo fisiológico, es decir, algo normal por la inmadurez de la que hemos
hablado al principio y que con el tiempo vuelve a la normalidad y que no cursa
más que con levantar el cabecero de la cunita con unas toallas u otro tipo de
dispositivos o dejarlo reposar después de cada topa sin olvidar de ponerlo a
eructar siempre. Pero en el segundo caso deberíamos de consultar a un
especialista para que haga un estudio detallado y ponga un posible tratamiento,
igualmente ya sabéis que ante cualquier duda lo mejor es llamar al pediatra
porque en estos casos la línea entre lo patológico y lo fisiológico es muy
fina.
¿QUÉ TRATAMIENTOS NOS INDICARÁ EL PEDIATRA?
Además de daros una información
detallada muy parecida a la que podéis encontrar aquí, os recomendará evitar
transgresiones en la alimentación, no aumentar el número de tomas diarias ni el
volumen de la ingesta ya que esto puede facilitar la aparición de estos
episodios.
ALIMENTACIÓN
En cuanto al uso de fórmulas “antiregurgitación”,
os diré que están realizadas a base de espesantes cómo el arroz, la patata o la
harina de algarrobo y que, aunque disminuyen el número y volumen de estos
episodios no tienen efecto en los índices de reflujos, el número y la duración
de los mismos por tanto cómo único tratamiento no es efectivo.
Si en cambio tu pequeño tiene alergia
o intolerancia a la proteína de la leche de la vaca se ha observado mejoría si
incorporan fórmulas con proteínas lácteas hidrolizadas, si, también pasamos por esto y tuve que quitarme todo lo que fuera derivado de este animal durante meses porque nosotras hemos hecho lactancia materna exclusiva, y a los meses también se resolvió sin más complicaciones.
CAMBIOS POSTURALES
En cuanto a la postura evitar la posición
prona, es decir, boca abajo que está relacionada con la muerte súbita del
lactante, en estos casos lo que haremos será subir el cabecero unos 30º cómo ya
hemos dicho anteriormente o incluso poner de lado, sin necesidad de elevar, ayudándonos
con dispositivos como los cojines antivuelco.
MEDICAMENTOS
Te podrán recomendar el uso de
antiácidos (RANITIDINA) , que disminuyen el ardor o picor intestinal, la
inflamación del esófago y previene de los síntomas respiratorios que puede
desencadenar el ácido, es un tratamiento que se puede usar, pero corto en el
tiempo, es decir, sin abusar.
También existen los procinéticos,
es decir, aquellos que aceleran el vaciamiento o evacuación y aumentan el
peristaltismo o movimiento intestinal. (DOMPERIDONA, METOCLOPRAMIDA, BETANECOL).
Existen otros medicamentos y
tratamiento así cómo innumerables pruebas diagnósticas para el reflujo
gastroesofágico en caso de que se evidencia que es patológico, pero en ese caso
el tratamiento es individualizado, por tanto, cada caso es diferente. Aun así,
si tenéis cualquier duda ya sabéis que os podéis poner en contacto conmigo en
comentarios, a través del correo electrónico mylovelymartina@gmail.com o a
través de Instagram @mylovelytini dónde estaré encantada de poder
ayudaros. Si queréis contar vuestra experiencia o con vuestros conocimientos
ayudar a otras mamás y papás todos son bienvenidos, porque no lo olvidéis, aquí
todos aprendemos.
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